By Adela Roa-Varón - Department of Fisheries Science, Virginia Institute of Marine Sciences
April 25, 2015
[ In English ]
Los peces del orden Gadiformes, como bacalaos, merluzas, peces cola de ratón, entre otros, viven en aguas frías en todos los océanos del mundo e incluyen algunas de las especies de mayor importancia comercial; se encuentran a lo largo de la columna de agua, desde los hábitat bentónicos (cerca del fondo) hasta en aguas someras en latitudes altas y en los mares tropicales prefieren las aguas profundas donde se encuentra el mayor número de especies. Este grupo es uno de los más diversos dentro de los peces de aguas profundas y de gran importancia ecológica ya que en algunas áreas se constituyen en las especies dominantes en términos de biomasa y en otros casos son depredadores que se sitúan en lo alto de la cadena alimenticia, con pocos o ningún depredador, como en el caso del granadero gigante, Coryphaenoides pectoralis. A pesar de su gran importancia comercial y ecológica y del extenso estudio taxonómico, nuestro conocimiento de las relaciones evolutivas (sistemática) y la taxonomía del orden aún no están claras; investigadores que estudian su diversidad reconocen entre 11 y 14 familias, cerca de 75 géneros y más de 500 especies de las cuales solamente dos especies son de agua dulce.
Algunas de las especies que se observaron en este crucero de investigación son conocidas comúnmente como peces cola de ratón o granaderos y pertenecen a la Familia Macrouridae, la cual es la más diversa de los gadiformes con cerca de 400 especies descritas. Este grupo tiene distribución a nivel mundial, se encuentran a grandes profundidades desde el Ártico hasta la Antártida y algunos miembros de la familia son de los peces más abundantes de aguas profundas. Las especies que alcanzan grandes tamaños son de importancia comercial como el granadero de roca, Coryphaenoides rupestris y el granadero berglax (Macrourus berglax); sin embargo, debido al crecimiento lento, la madurez tardía y la baja tasa reproductiva estos peces son altamente vulnerables a la sobre-explotación y tienen poca resiliencia a la pesca.
En el área se han realizado estudios que incluyen pesca de arrastre (red lastrada que barre el fondo), así como inmersiones con los sumergibles Alvin y el Johnson-Sea-Link (ambos sumergibles de investigación de aguas profundas tripulados); sin embargo estas inmersiones iniciales fueron a profundidades menores a 1000 m. Con el sistema de vehículos operados remotamente (ROV) en tándem, la expedición Océano Profundo 2015 ha generado la oportunidad para capturar imágenes de alta calidad y resolución de los Gadiformes en aguas profundas, dado que la expedición fue enfocada en áreas no exploradas a profundidades mayores de 1000 m. El ROV Deep Discoverer tiene dos cámaras de vídeo con alta definición y las últimas técnicas de iluminación, mientras que el Seirios tiene una cámara dirigida sobre el otro ROV que sirve para visualizar e iluminar los alrededores. La avanzada tecnología usada en estos sumergibles y la habilidad de los pilotos permitieron capturar videos increíbles y acercamientos que ayudan a mejorar el entendimiento de los peces de profundidad en su hábitat natural. Estos videos abren una ventana al conocimiento de su comportamiento (ej. capacidades natatorias, búsqueda de fuentes de comida que caen de la superficie, etc), adicionalmente, estos esfuerzos generan información de los caracteres morfológicos (ej. coloración, longitud de los barbicelos mentonianos, filamentos de las aletas, entre otros) que usualmente se pierden o se dañan debido al maltrato al que son sometidos durante la captura con las redes o después de estar guardados en los museos por décadas o cientos de años.
Adicionalmente se obtuvo información clave de los hábitat y de las profundidades a las que viven, registrando especies desde fondos lodosos hasta paredes rocosas y profundidades entre 3800 y 450 m; por ejemplo, el pez cola de ratón, Coryphaenoides armatus se encontró en las áreas más profundas exploradas, a lo largo de las paredes rocosas entre los 3300 y 3800 m, mientras que otras especies fueron encontradas en aguas más someras, como el granadero Gadomus arcuatus que se observó a 900 m en un ambiente rocoso de alta complejidad.
La resolución de algunos de los videos nos permitió incluso contar radios de las aletas de algunos de los peces (¡eso fue sorprendente!), ya que son caracteres clave para la identificación de las especies. Fueron observados trece ejemplares cola de ratón pertenecientes al menos a dos familias (Macrouridae y Bathygadidae), incluyendo especies como Nezumia bairdii, Gadomus arcuatus, Hymenocephalus sp. y varias especies del género Coryphaenoides; aún se está trabajando en la identificación y consultando otros especialistas en el grupo; sin embargo a pesar de las grandes ventajas de la herramienta, quizás algunas imágenes no serán suficientes para identificar a nivel de especie, para lo cual será necesario recolectar ejemplares en futuros cruceros de investigación.
Dada la importancia comercial y ecológica de este grupo de peces, es necesario aclarar la taxonomía y sistemática del grupo, para en el futuro entender cómo usan el hábitat en aguas profundas, este conocimiento básico se espera que ayude en los esfuerzos por su conservación y el uso optimizado de sus pesquerías.