By Participan en el primer tramo - Cuba’s Twilight Zone Reefs Expedition
29 de mayo de 2017
Ayer concluimos el primer tramo de Cuba’s Twilight Zone Reefs Expedition, con una experiencia maravillosa. La última inmersión con el VNT Mohawk fue en Bahía de Cochinos, específicamente en Punta Perdiz. La inmersión comenzó a 150 metros de profundidad, a pesar de que la embarcación se encontraba a apenas 100 metros de la orilla. El fondo, un desierto de arena y rocas, tenía una pendiente empinada de 90 grados. Este paisaje lunar desierto no podía preparanos para lo que encontramos en las áreas menos profundas del arrecife.
A la profundidad de 106 metros, descubrimos un récord de profundidad para una especie del coral escleráctineo Solenatrea, seguido por grandes placas de Agaricia y Montastrea. En el arrecife mesofótico, la superficie cubierta de coral escleráctineo alcanzaba al menos 80%, una superficie viva que la mayoría de nosotros no había visto en el Caribe desde los años ’70. Había grandes cúmulos de Porites porites, Orbicella, Montastrea cavernosa y Colpophillya natans. Los corales vivos sin dudas superaban en número a las algas y esponjas en el arrecife abierto. Las grandes placas coralinas, sin embargo, crean habitats crípticos y abundantes en sombra que están aún por explorarse.
Se pudieron observar varias especies nuevas de esponjas. Una de ellas fue la Ircina “campana gorda”, probablemente una especie hermana de la Ircina campana, que tiene diferencias morfológicas constantes a través de su rango de profundidad. Otra fue una Goeiidae extremadamente lisa, la cual era blanca en su rango más profundo >100 metros y se hacía más oscura a medida que disminuía la profundidad. Al final de la inmersión (30-40 metros), apareción una esponja inmensa de intenso color rojo y finas ramificaciones. Pudimos recogerla después de colocar el VNT en el fondo. Una vez en la embarcación, Linnet Busutil y Cristina Díaz estudiaron el esqueleto para llegar a la conclusión de que se trata probablemente de una especie no descrita de Clathria, una esponja que solo hemos encontrado en Bahía de Cochinos.
Pero no nos olvidemos de los peces. Las observaciones de peces aumentaron a medida que disminuía la profundidad, con un pico de diversidad entre los 30-60 metros de profundidad. Las principales especies observadas pertenecían a las familias de las Caetodóntidos, Pomacántidos, Acantúridos, y Escáridos. La relativa abundancia de herbívoros probablemente contribuye a mantener las algas bajo control y contribuye a la salud del arrecife. Específicamente las especies Hypoplectrus vaquitas eran muy abundantes.
Las algas se encontraban limitadas por la superficie cubierta de coral vivo y por la lluvia de arena que cae continuamente de las aguas menos profundas. En la zona mesofótica más profunda, a 140 metros, Beatriz Martínez comenzó a registrar algas coralinas rojas junto con una corteza verde desconocida. Todas estas especies, unidas a la superficie cubierta de coral vivo y la diversidad, hacen este sitio particularmente atractivo.